Inicio \ Series y Películas \ 39 series de suspenso y misterio en Netflix que te atraparán y no te soltarán
Por Lya Rosén y Darío Zambra 06 Sep 2022
Desde misterios sobrenaturales hasta desapariciones sin respuestas encuentras en lista de producciones de suspenso en Netflix que son adicción pura.
Tras El inocente, Por siempre jamás y Quédate cerca, una nueva novela del superventas del suspenso Harlan Coben llegó a Netflix convertida en serie.
Y al igual que Bosque adentro, Ni una palabra se ambienta en Polonia, en el acomodado barrio de Varsovia donde viven Anna y Michał Barczyk (Magdalena Boczarska y Leszek Lichota), un matrimonio que lo tiene todo.
Sin embargo, su hijo Adam (Krzysztof Oleksyn) no ha vuelto a ser él mismo tras la muerte de su amigo Igor (Piotr Napierała), lo que lleva a Anna a poner un sistema de rastreo en su celular.
A pesar de eso, el joven desaparece y todo empeora cuando la ya desesperada Anna llega hasta un apartado lugar que frecuentaba el muchacho, donde desconocidos la golpean tras creer ver a su hijo esconderse entre unos galpones de ese sitio.
Pero, como en toda narración con la firma de Cohen, ese es solo el inicio de varias revelaciones que van enredando aún más los diversos hilos de la trama, a las que se suman más protagonistas y donde nuevamente es clave la capacidad de desarrollar un verdadero puzzle, que solo revela todas sus piezas en los instantes finales del relato.
Luego de tres temporadas, NBC decidió cancelar su serie Manifiesto, que debutó en 2018. Sin embargo, Netflix llegó para salvarla, ya que la sumó a su catálogo y ahora estrenará su cuarta temporada.
Una segunda oportunidad para el espacio, la misma que tienen los protagonistas de su relato, que combina misterio, ciencia ficción y bastante drama.
El que muestra cómo cambian las vidas de un grupo de personas tras tomar un vuelo de Jamaica a Nueva York, que se complica luego de sufrir fuertes turbulencias.
Pero todo se torna extraño al aterrizar, cuando se enteran de que los habían dado por desaparecidos e incluso muertos, ya que transcurrieron en realidad cinco años desde su despegue, aunque solo unas horas para los pasajeros.
De hecho, todos han envejecido menos las personas que subieron al vuelo, las que ahora deben enfrentarse a una realidad que les parece ajena, pero también tratar de entender el enigma y misterio que encierra lo que les sucedió.
A lo largo de más de dos décadas de carrera, Michelle Monaghan ha comprobado su capacidad para enfrentar diferentes géneros y personajes. Algo que viene a reafirmar con su actuación en Ecos.
La miniserie donde la protagonista de cintas como Desapareció una noche enfrenta un doble desafío: encarnar a las gemelas Leni y Gina McCleary, última de ellas a la que se conoce al inicio del espacio.
Cuando atiende otros de sus ocupados días en la ciudad de Los Angeles, donde vive con su marido y escribe los libros que la han hecho famosa. Sin embargo, algo comienza a preocuparla cada vez más.
Gina ha llamado varias veces a su gemela Leni sin respuesta. Pronto descubre que su hermana desapareció del rancho en que vive con su esposo e hija, por lo que viaja a su natal Easton, en Virginia.
Donde poco a poco van surgiendo dudas en torno a su desvanecimiento y algo más preocupa a Gina: que se descubra que han cambiado de lugares y que ella es realmente Leni y la desaparecida es su gemela.
Daria Polatin es la creadora de la serie de suspenso, con algo de terror, que en ocho capítulos lleva a la pantalla el libro con que ella misma debutó en la novela para jóvenes adultos en 2017, titulada Devil in Ohio.
Una miniserie que se centra en la familia que componen la psiquiatra Suzanne Mathis (Emily Deschanel), su esposo Peter (Sam Jaeger) y sus hijas Helen (Alisha Newton), Jules (Xaria Dotson) y Dani (Naomi Tan).
Los que llevan una vida sin mayores sobresaltos hasta que Suzanne acoge en su hogar a una chica (Madeleine Arthur) que fue hallada en estado de shock y con una herida en forma de pentagrama invertido en su espalda.
La cual se llama Mae Dodd y poco a poco comienza a afectar la interacción familiar, donde además cada uno tiene otro conflicto. Como Jules y su falta de empatía escolar, o Suzanne con un traumático pasado.
El mismo que la hace proteger a Mae de su vinculación con un culto satánico y marca el inicio de una narración que se extiende en demasía, diluyendo el interesante misterio central de El diablo en Ohio.
Tras No hables con extraños y Bosque adentro, una nueva novela del autor estadounidense Harlan Coben llega a Netflix convertida en serie: El inocente, producción española de ocho capítulos que debuta por la plataforma con Mario Casas como su protagonista.
Aquí el actor gallego se convierte en Mateo Vidal, o simplemente Mat, un joven barcelonés que en el inicio del relato estudia Derecho. Luego, se le ve en la comparecencia de un juicio en el que lo condenaron a cuatro años de cárcel por homicidio imprudente.
Un paso por la prisión donde fue víctima del maltrato, pero que llegó a su fin. Ahora trabaja en el bufete de su hermano y vive con Olivia Costa (Aura Garrido), su pareja y futura madre de su hijo. Pero el destino pone un nuevo escollo en su camino, cuando un desconocido le envía inquietantes fotos y videos relacionados con su mujer.
Una de las tantas piezas de este inquietante thriller, que presenta una sucesión de misterios, muertes y culpables que logran ocultarse hasta el último momento, dejando al espectador siempre al filo del asiento. Con instantes en que pareciera revelarse todo, pero que conducen nuevamente a un callejón sin salida.
Nada ni nadie son lo que parecen en esta miniserie, que tiene como su elemento clave los giros reiterados que da su historia. Los que confluyen en un final que con seguridad dejará a varios impactados y preguntándose por los límites de la inocencia.
Tras dos exitosas temporadas y convertirse en un fenómeno mundial de Netflix, la serie ¿Quién mató a Sara? puso punto final a su paso por la pantalla con un tercer y conclusivo ciclo con perfume a telenovela mexicana clásica.
El cual, bajo la pluma del guionista chileno José Ignacio “Chascas” Valenzuela, retomó la historia de venganza de Alejandro “Alex” Guzmán (Manolo Cardona), quien obtuvo su libertad después de 18 años en la cárcel por un crimen que no cometió: el de su hermana Sara (Ximena Lamadrid).
En su temporada final suma un nuevo villano, Reinaldo Gómez de la Cortina (Jean Reno), el hombre detrás de Medusa, la institución mental en la que hace 18 años Sara tuvo un hijo, luego de no morir en el accidente.
Un personaje que es el eje de siete capítulos que logran que todo lo visto antes decante en una trama renovada. En una opción narrativa que por momentos se ve algo forzada y pierde el rumbo al jugar con muchos saltos temporales.
Una de la series de suspenso estrenadas este año fue una que dio que hablar con su estreno, tal como lo hizo el desenlace de la novela homónima en que se inspira, que llevó a muchos de sus lectores a comentar en Twitter su conclusión bajo el hashtag #WTFThatEnding o “que mierda ese final”.
Ese libro de Sarah Pinborough llega ahora a la pantalla convertida en una miniserie de seis capítulos, con la historia de una joven madre soltera, Louise Barnsley (Simona Brown), quien tiene un encuentro con un desconocido a quien choca por accidente en la calle
Pero luego se entera de que ese hombre, David (Tom Bateman), es su nuevo jefe en la consulta psiquiátrica donde trabaja como secretaria. Además, está casado con la elegante Adele (Eve Hewson), a quien de manera imprevista Lou conoce también en la calle.
Así ambas se hacen amigas, mientras Lou no puede resistirse más al encanto del psiquiatra e inician un apasionado romance. Un peligroso triángulo que mezcla romance con amistad y que es el motor de la miniserie hasta que se suma un cuarto personaje que viene del pasado.
Con él se incorporan a la trama elementos adiconales, que hacen que pase de improviso del thriller al suspenso con ribetes sobrenaturales.
Y ojo con su final que, aunque difiere del de la novela -que dejó impactados a varios lectores-, puede sorprender o defraudar.
Desde que saltó a la fama con La boda de Muriel en 1994, Toni Collette no ha dejado de actuar en diferentes géneros, entre el cine y la TV. Además del streaming, donde hace un par de años estuvo en Inconcebible y ahora retorna con ¿Sabes quién es?
Serie que tiene como eje de su relato el suspenso mezclado con el drama, basada en un libro de la estadounidense Karin Slaughter y que ahora llega al streaming con ocho capítulos y donde Collette nuevamente se toma la pantalla como una mujer con muchos secretos.
Los que comienzan a aflorar tras un incidente donde, almorzando en un restaurante con su hija Andy (Bella Heathcote), Laura enfrenta al hombre que le disparó a una chica en el lugar, logrando reducirlo con un corte en el cuello. Lo que la convierte en heroína y centro de las noticias de la localidad.
Sin embargo, la atención y exposición que recibe pone en marcha el peligroso reencuentro con un pasado anclado hace más de tres décadas y del cual su hija no sabe nada.
Así, lentamente el espacio va exponiendo al público lo que oculta Laura, revelaciones con varias escenas ambientadas en el pasado, que por momentos le roban protagonismo al presente y le restan ritmo a su narración. Aunque la actuación de Collette logra suplir las debilidades de la serie.
La primera serie chilena de Netflix lleva a la pantalla uno de los casos policiales que más interés ha concitado en los últimos años: el asesinato de Viviana Haeger, la contadora que el 29 de junio de 2010 despareció de su casa en la ciudad sureña de Puerto Varas, donde vivía con su esposo y sus dos hijas.
Desaparición que tomó un escalofriante rumbo 42 días después, cuando el cadáver de la mujer fue encontrado en el entretecho de la misma propiedad, la que la policía inspeccionó en varias ocasiones.
Un crimen al que todavía rondan varias interrogantes y que inspira los seis capítulos de la serie, dirigida por Gaspar Antillo (Nadie sabe que estoy aquí) y Claudia Huaiquimilla (Mala junta), realizadora que también escribió el guión junto a Rodrigo Fluxá, autor del libro con la investigación que sirvió como base para el espacio.
Con un elenco que incluye a nombres como Aline Küppenheim, Daniel Alcaíno, Claudia Di Girolamo, Gloria Münchmeyer y Pablo Macaya, apuesta por un relato pausado que transita entre el suspenso policial y el drama familiar, reviviendo de forma interesante para los fanáticos el misterio un caso con muchos cabos sueltos.
La nueva serie surcoreana de Netflix carga con el peso de debutar después del fenómeno mundial en que se convirtió El juego del calamar. Un desafío detrás del cual se encuentra Yeon Sang-ho, quien hace cinco años sorprendió a la crítica y el público con Estación zombie.
El realizador que junto al dibujante Choi Gyu-seok creó la webtoon, o historieta digital, titulada Infierno, que explora la historia de cómo surge el caos social después de que suceden graves hechos paranormales, que son aprovechados por un grupo religioso y que llegó al streaming convertido en una atrapante serie.
La cual está compuesta de seis episodios y donde terroríficas criaturas de gran tamaño y musculatura, que parecen estar compuestos por humo, atacan violentamente a personas que estarían destinadas a ir al infierno.
Hechos que para los integrantes de La Nueva Verdad, organización religiosa liderada por el Presidente Jung Jin-soo (Yoo Ah-in), son obras de Dios, quien los envaría para castigar a los pecadores y mandarlos al infierno.
Así, entre lo paranormal y el fanatismo, el drama y la violencia, se va desarrollando Rumbo al infierno, donde además son claves, para mantener siempre en alerta al espectador, diferentes revelaciones y un traslado a cuatro años en el futuro, donde cambia su protagonismo.
Después del estreno de La maldición de Hill House, en 2018, los estándares del terror en Netflix quedaron muy altos, dejando a su creador, Mike Flanagan, con el desafío de superar el primer ciclo en su siguiente etapa: La maldición de Bly Manor.
Esta última es la segunda temporada del espacio de antología de Netflix, donde nuevamente el horror es el eje del relato. Y si para Hill House Flanagan se inspiró en el libro homónimo de Shirley Jackson, ahora su base es la novela Otra vuelta de tuerca, de Henry James.
El escenario es una gran propiedad ubicada en la campiña inglesa, propiedad de la familia Wingrave. Pero su desarrollo comienza en otro tiempo y lugar: en el ensayo de una boda en la California de 2007, donde una mujer comparte una historia con los invitados.
En ésta se conocen las estremecedoras vivencias de Dani Clayton (Victoria Pedretti), una estadounidense que busca trabajo en Inglaterra. La misma que, tras una fallida entrevista, logra convencer a Henry Wingrave (Henry Thomas) de ser la indicada para cuidar a sus sobrinos.
Fue a fines de 2018 que You llegó a Netflix, convirtiéndose en una de sus series más vistas. Y desde su primer capítulo todos quedaron tan impactados como cautivados con las vivencias de su protagonista: Joe Goldberg (Penn Badgley), el gerente de una tienda de libros que tras su apacible apariencia oculta una obsesiva y psicopática personalidad.
Quien en la tercera temporada, estrenada hace poco, comienza una nueva vida junto a Love Quinn (Victoria Pedretti), su nueva esposa, y con la hija recién nacida de ambos, en una hermosa de un acomodado poblado de San Francisco.
Ahora Joe se dedica por completo a su familia, aunque no todo será como él anhela, ya que siempre en su mente se contraponen su intento por ser feliz con su desagrado por todo lo que lo rodea, desde el barrio que habita -donde se siente cumpliendo condena en una Siberia con sol-, hasta los vecinos y vecinas con perfectas y acomodadas existencias.
Pero una llama su atención: Natalie (Michaela McManus), la corredora de propiedades, casada con el experto en seguridad Matthew (Scott Speedman), que vive en la casa contigua y se vuelve una fijación, a pesar del intento de Joe por dejar sus viejos hábitos.
¿Qué más se puede decir sobre una de las series de suspenso más exitosas y una de las favoritas de los telespectadores de Netflix?
La aplaudida producción alemana creada por Baran bo Odar y Jantje Friese parte con la extraña desaparición de niños en un pequeño pueblo de ese país.
A partir de ese momento comienzan a revelarse las fracturadas relaciones familiares de esos jóvenes, pero también de un extraño y confuso misterio que viene ocurriendo en el lugar hace más de 30 años.
Una oscura serie que muchos compararon con Twin Peaks, de David Lynch, y que el año pasado estrenó una infartante temporada final.
En mayo de 2017 se publicó Alguien está mintiendo, el primer libro de Karen M. McManus, el que en pocas semanas se ubicó entre los más vendidos según el New York Times. Por lo que no era de extrañar que ya en septiembre de ese mismo año se vendieran sus derechos.
Luego se transformó en la primera serie juvenil original de la plataforma de streaming Peacock, la que ahora se exhibe fuera deNorteamérica a través de Netflix, introduciéndose en la historia plena de suspenso y conflictos adolescentes que daba vida a la novela y hoy es parte de cada uno de los ochos capítulos del espacio.
El cual tiene como escenario la secundaria Bayview High, en la costa de Estados Unidos, el mismo lugar donde un día muere Simon (Mark McKenna), el joven que maneja la cuenta en línea About That, donde da a conocer chismes sobre sus compañeros y quien prometió revelar un gran secreto.
Con su asesinato se inicia una investigación donde hay cuatro estudiantes sospechosos, tal vez movidos por los distintos secretos que Simon podría haber revelado sobre ellos en torno a infidelidades, robos de exámenes, tráfico de drogas y opciones sexuales.
En la puesta en marcha de una narración que combina, como otros espacios, el suspenso con los conflictos propios de la adolescencia. Pero que en Alguien está mintiendo adquiere un rasgo diferenciador, gracias al cautivante ritmo que alcanza cada uno de sus capítulos.
Luego del debut de El inocente y Por siempre jamás, 2021 se despidió con el estreno de la nueva serie inspirada en las novelas de Harlan Coben que forma parte del millonario acuerdo entre el escritor y Netflix.
La quinta apuesta del servicio de streaming con la firma del autor también se ambienta en Reino Unido, repitiéndose además el nombre de Richard Armitage, quien ya protagonizó No hables con extraños.
El actor inglés difiere es Ray Levine, un reportero gráfico que pasó del documental a la fotografía menos seria y que ha suprimido de su memoria un evento traumático de hace unos años.
Sin embargo, el relato también tiene otros protagonistas: Megan Pierce (Cush Jumbo), una acomodada madre de familia que está a punto de casarse con su pareja de 16 años, y Mike Broome (James Nesbitt), un detective de la policía obsesionado con un caso sin resolver.
Tres personajes alrededor de los cuales se van cimentando los intrincados ochos capítulos que componen la narración de este thriller, quienes comparten otro hecho: los secretos y asuntos sin resolver de sus respectivos pasados vuelven para perturbar su presente.
Jacek Dukaj es toda una figura de la novela de ficción polaca. Para aquellos que no han oído de él, El camino de la noche sirve para conocer algo del estilo literario que la ha dado fama.
Esto, porque la primera serie belga para Netflix toma como inspiración el inquietante y a la vez atrapante relato de su novela El viejo Axolotl (2015), donde la vida biológica en la Tierra ha sido arrasada y reemplazada por existencia mecánica.
La historia de esta producción que tiene como escenario un vuelo de avión de Bruselas a Moscú, al que antes de partir sube violentamente un hombre que obliga al copiloto a dejar el aeropuerto sin el resto de la tripulación.
Él es un oficial italiano de la OTAN y afirma que el sol está matando a los habitantes del planeta. De hecho, gran parte de los humanos desaparecieron luego de ver salir el sol, ya que por el anormal cambio de su polaridad este comenzó a emitir rayos gamma con un poder devastador, similar al de miles de bombas atómicas.
Ante la catástrofe en marcha, los pocos a bordo de este vuelo buscan un camino que los lleve lejos del amanecer, en el eje narrativo de esta serie que logra mezclar de muy buena forma la ficción posapocalíptica y el suspenso.
Lior Raz, el creador de la serie Fadua, vuelve a Netflix con una producción en la que es no solo el showrunner, sino también el actor principal y guionista. Un papel triple que vuelve a repetir para mostrar la atrapante historia de Segev Azulai (Raz), que, dividida en nueve capítulos, lleva al espectador por un recorrido pleno de suspenso que parte en Tel Aviv.
En esa ciudad, a su esposa, la bailarina estadounidense Danielle Wexler (Kaelen Ohm), la atropellan, lo que sume a Segev en un desconsuelo que luego se convierte en rabia cuando descubre que el hecho al parecer no fue accidental.
Con la ayuda de su prima, una oficial de la policía, comienza a rastrear más datos sobre los culpables de la muerte de Danielle. Una serie de sospechas y peligrosos individuos que lo hacen viajar a Nueva York, donde conoce oscuros secretos sobre su esposa, al que se irán sumando más revelaciones y mayores peligros, que obligarán a Segev a usar su conocimiento sobre armas y peleas.
En un intenso relato que logra con creces mantener al espectador interesado y sorprendido.
Carlos Montero, el creador de la exitosa Élite, vuelve a apostar por una secundaria como el escenario de su nueva serie, que toma como base la novela homónima que él escribió en 2016.
Claro que esta vez deja en un plano secundario a los alumnos para centrarse en dos profesoras, Raquel (Inma Cuesta) y Viruca (Bárbara Lennie), docentes del ramo de literatura, cuyos destinos tienen como punto en común el ficticio poblado de Novariz, en el interior de Galicia.
Ahí se hace hace realidad el dicho “pueblo chico, infierno grande” y donde se va tejiendo una historia de secretos y chantajes, a través de una singular mezcla de tiempos, espacios y personajes, que podría llevar a la confusión a algunos, pero que finalmente va haciendo encajar las piezas que entregan sus ocho episodios hacia una resolución convincente, que sorprenderá a muchos.
Un recomendable thriller psicológico, que se atreve a explorar en la depresión y el abuso.
El punto de partida de esta serie polaca es un asesinato doble: el de una trabajadora sexual y el del líder de una asociación juvenil en un pequeño pueblo en los años 80.
Rápidamente la policía consigue atrapar al asesino, un joven que de algún modo admite su crimen. Pero dos periodistas no se convencen y empiezan a investigar más este caso. Al parecer, el verdadero culpable sigue suelto y las razones del doble crimen no están claras.
Destacar, sobre todo, la ambientación en la que ocurre, que rodea todo el misterio que oculta estsos crímenes. Aunque el escenario más intrigante es el bosque, que es donde sucede el principal homicidio y que va tomando cada vez más importancia. Incluso, se vuelve casi un personaje.
Netflix, además, acaba de estrenar su segunda temporada, subtitulada 1997 y que se inicia con una gran inundación que revela el hallazgo de otro cuerpo en el bosque de Gronty.
Aunque su estreno ocurrió en mayo de 2017, no fue hasta el verano de 2018 en que La Casa de Papel se convirtió en un éxito a nivel mundial. Porque fue en ese momento en que Netflix compró los derechos de esta serie española creada por Alex Pina, y distribuida originalmente por Antena 3.
Luego de varios meses de preparación, un grupo de ladrones liderados por el Profesor (Álvaro García) ingresan a la Fábrica de Moneda y Timbre con la idea de cometer el “crimen perfecto”.
Al llegar, toman como rehenes a todas las personas al interior, y los hacen vestirse igual a ellos: con un overol rojo y máscaras de Dalí.
Su intención es estar ahí dentro el mayor tiempo posible para imprimir tantos euros como puedan, mientras son ayudados desde afuera por su líder. Pero tras unas horas de encierro, la policía liderada por la inspectora Raquel Murillo (Itziar Ituño), comienza a complicar los planes originales.
Un drama lleno de misterio, acción y suspenso, que se transformó en un fenómeno internacional y que acaba de llegar a su final.
La nueva serie de suspenso de Netflix muestra cómo las redes sociales pueden afectar para siempre las vidas de las personas, cuando se desdibuja lo que es virtual y lo que es real.
Donde es clave el término que le da nombre: clickbait, que literalmente en inglés es “carnada de clic” y se refiere a aquel contenido de internet que tiene como objetivo llamar la atención para que las personas hagan clic en el enlace de una página web específica.
Su relato se divide en ocho capítulos centrados en un personaje determinado de su trama, comenzando con la emisión titulada La hermana, donde se presenta a Pia Brewer (Zoe Kazan), una joven enfermera que tiene una fuerte discusión con su hermano Nick (Adrian Grenier).
Pocos después ve una publicación de internet donde Nick aparece con heridas y sangre en su rostro, sosteniendo dos letreros donde se lee “abuso de las mujeres” y “con cinco millones de visualizaciones muero”, que pone a su hermana en una frenética búsqueda, mientras las visitas al sitio web se van multiplicando.
En cada uno de los siguientes episodios la narración llega a una conclusión que responde quién y por qué estuvo detrás del drama de Brewer y su familia. Una apuesta diferente que ofrece muchos detalles para que los amantes del misterio saquen sus deducciones.
Las historias reales también dan origen a buenas series de suspenso. Como el caso que se conoció con un enigmático video que se hizo viral y que convirtió en detectives amateurs a miles de personas en todo el mundo. El registro mostraba a una joven que entraba y salía de un ascensor del Hotel Cecil, actuando extrañamante y como si alguien la estuviera siguiendo.
Esa joven era Elisa Lam, la estudiante canadiense de 21 años que, pocos días antes, había desaparecido sin dejar rastros mientras estaba de viaje en la ciudad de Los Angeles. Aunque su búsqueda ya había causado interés, la viralización de esa inquietante grabación no hizo más que multiplicar la atención sobre su caso.
Días después, encontraron su cuerpo en la azotea del hotel donde se hospedaba, el mismo que ya tenía un largo historial de hecho truculentas, que incluye asesinatos, suicidios y sobredosis y al que llaman “Hotel Muerte”. Una fama siniestra que ahora Netflix repasa en Escena del crimen: desaparición en el Hotel Cecil, su nueva serie documental.
Y lo hace de la mano de un experto en historias true crime, el director Joe Berlinger, el mismo que llevó dos veces a la pantalla al asesino en serie Ted Bundy, primero en la docuserie Las cintas de Ted Bundy y luego en la película Extremadamente cruel, malvado y perverso.
Debajo de la capa de hielo del glaciar Mýrdalsjökull, en el sur de Islandia, se esconde Katla, un volcán tan gigante como activo que se convierte en el inesperado protagonista de la primera serie original islandesa de Netflix, donde el suspenso se mezcla con la ficción.
Un espacio de ocho capítulos que lleva hasta el remoto poblado de Vik, un año después de que el volcán subglacial hiciera erupción. Esto provocó la evacuación de los habitantes de ese pueblo vecino y que sus calles y casas quedasen cubiertas de ceniza volcánica. Una situación que 12 meses después no ha variado demasiado, mientras los científicos continúan monitoreando la actividad sísmica.
Pero extraños sucesos viene a cambiar la rutina, cuando comienzan a aparecer personas cubiertas de cenizas y a quienes se daban por perdidas por la erupción. También supuestamente retornan otras que estaban muertas.
Así, la serie va introduciendo al espectador en una historia en que se combina la devastadora fuerza de la naturaleza con hechos sin explicación. O tal vez simplemente sobrenaturales, que van más allá de la lógica y lo científicamente aceptable.
Donde cada uno de los personajes se enfrenta a peligros volcánicos, sustitutos y a problemas personales, tanto del presente como del pasado. Los que van sucediéndose cada vez con mayor celeridad, envolviendo al espectador en una trama que inquieta y atrapa.
Más de 35 millones de hogares en sus primeros 28 días vieron Oscuro deseo, la serie mexicana de suspenso que estrenó Netflix en 2020.
La que atrapó al publico con su historia que presentó a Alma (Maite Perroni), una abogada y profesora universitaria de 40 años de edad, casada con el juez Leonardo Solares (Jorge Poza), que en una fiesta conoció a Darío Guerra (Alejandro Speitzer), un atractivo joven de 23 años con el que protagonizó una noche de pasión.
Pero cuando quiso dejar atrás ese desliz y seguir con su vida, se dio cuenta que Darío era alumno de unos de sus seminarios y su presencia se hizo constante. Lo que concluyó con un episodio final que reveló sociedades y vínculos familiares que dieron respuestas y algo de confusión.
Pero renovados conflictos y misterios se hacen presentes en su segunda temporada, con Alma y Darío otra vez como ejes y donde un supuesto suicidio es el detonante de una nueva trama llena de suspenso y sensualidad.
Un regreso más intrigante, que lleva al espectador por un relato donde nada ni nadie son lo que parecen ser.
Esta producción polaca lleva a la pantalla la novela Druga szansa -o Segunda oportunidad en su versión es español-, de Katarzyna Berenika Miszczuk, publicada en 2013.
Un espacio dirigido por Anna Jadowska y Adrian Panek, cuyo papel principal interpreta la debutante actriz Maria Wawreniuk. Este es el de Julia, una muchacha que tras un accidente es internada en un centro médico especializado en pacientes con amnesia.
Cuando se despierta en la clínica no recuerda su nombre. Solo escucha una voz que le repite por un parlante en su habitación alguna de las pocas cosas que ha rememorado.
Ahí se une a un grupo de otros jóvenes, que son los principales pacientes del lugar, donde es clave Zofia Morulska (Marta Nieradkiewicz), la sospechosa doctora en jefe de la clínica y quien muestra raras acciones.
A lo largo de sus seis episodios van apareciendo lentamente diferentes hechos, en un relato pleno de misterio que deja en claro que la clínica es la fachada para algo más oscuro, donde Julia y sus amigos serían parte de una complicada trama de mentiras y, al parecer, falsas memorias.
Un, en apariencia, tranquilo pueblo al pie de las boscosas montañas Sowie es el escenario de esta serie de supenso poloca, estrenada en 2020.
Una localidad que tiene el nombre de Sowie Doły a la que hace poco se trasladóm desde Cracovia el comisario Michał Trela (Andrzej Konopka), para hacerse cargo de la estación de policía local y de un caso que sacude a su comunidad.
Este se comienza a desarrollar luego de que a una conocida habitante la asesinaran de la misma forma que hace 10 años le quitaron la vida a una chica del lugar: con dos disparos en el corazón. Una investigación que, además revela, varios secretos y complicadas subtramas.
Todo un complejo tejido de personajes y misterios que se desarrolla a través de las dos temporadas que tiene en la plataforma de streaming.
Eric Cantona es el protagonista de esta producción que lleva a la pantalla la novela homónima de Pierre Lemaitre, donde un hombre se ve enfrentado a su lado más oscuro luego de aceptar ser parte de un juego corporativo.
En sus seis capítulos verás cómo el suspenso se suma al drama de un francés que, luego de superar los 50 años, pasó a formar parte del mundo de los desempleados.
Su nombre es Alain Delambre y, tras ser el encargado de recursos humanos de una mediana empresa, hoy se debe conformar con trabajos que dejan pocos euros en sus bolsillos y aumentan su depresión.
La fría y cruel enfermera de la película Atrapado sin salida (1975), Mildred Ratched, revive en esta serie de Ryan Murphy, el Rey Midas de la TV, creador de Glee, Pose y The politician.
Es una especie de precuela que, en la California de 1974, muestra a Ratched como una joven enfermera que hace todo lo posible por trabajar en el Hospital Santa Lucía, institución donde se tratan a pacientes con problemas mentales, entre ellos al asesino de cuatro sacerdotes.
Al avanzar con los capítulos se sabrá que Mildred y el criminal tiene un vínculo, que marcará los ochos episodios y los pasos de la enfermera dentro del hospital.
Una historia atrapante que cautiva también con su ambientación, con espectaculares escenografías y saturados colores en muebles y vestuario, y sus actuaciones, entre las que destacan las de Sarah Paulson, Judy Davis y Cynthia Nixon.
Son contadas con los dedos de la mano las producciones en Netflix que llegan desde Islandia y Los asesinatos del Valhalla vienen a aumentar la lista.
Con el frío característico de este país, llega esta serie policial que trata sobre Kata (Nína Dögg Filippusdóttir), una detective que, pese a sus 10 años trabajando, se ve enfrentada constantemente a una carrera poco exitosa.
A ella le encargan liderar la investigación de dos asesinatos que han ocurrido en menos de 24 horas.
Aunque ambos crímenes no están conectados aparentemente, tienen un mismo patrón: el asesino les hace heridas en los ojos. ¿Qué hay detrás de esto? ¿Signfican algo?
Suspenso juvenil mexicano, eso es lo que encontrarás en la serie Control Z, que se estrenó en 2020 en Netflix.
Está ambientada en una secundaria, el ficticio Colegio Nacional, donde se desarrolla una historia en que el misterio se complementa con otros conflictos adolescentes, como identidad sexual, bullying y uso de drogas.
En sus capítulos rápidos y de entretenida trama, verás cómo una adolescente debe descubrir la identidad de un hacker que ha comenzado a revelar los oscuros secretos de sus estudiantes.
Su segunda temporada acaba de debutar, con nuevas relevaciones y conflictos juveniles.
Un pueblo de Europa, un bosque y un hecho criminal. Tres elementos que ya han sido el eje de series nacidas en el Viejo Continente, que han llegado al mundo gracias a Netflix. Y que también son el eje de Capitani, la primera producción luxemburguesa de la plataforma.
El drama policial creado por Thierry Faber y cuyo capítulo inicial, de un total de 12, se inicia cuando en el bosque que rodea al poblado de Manderscheid, en el norte de Luxemburgo, se encuentra muerta a una adolescente.
Un descubrimiento que pone a todos los habitantes del lugar en alerta y hace llegar hasta ahí a Luc Capitani (Luc Schiltz), un oficial de la policía judicial que coincidentemente se encontraba cerca y a quien enviaron a investigar el caso a instancias de sus superiores.
La hostilidad y oscuridad que se respira en Manderscheid hará más difícil la investigación del caso, mientras surge una red de intrigas, donde nada ni nadie es lo que parece, y todos se rigen por la regla del “bien mayor”.
La novela de Yana Vagner que muestra la historia de un grupo de moscovitas que busca escapar a la muerte viajando a una isla deshabitada ubicada en el Lago Vongozero, en la región de Karelia, es la base de esta serie rusa, que se estrenó en 2019 y que en 2020 se sumó al catálogo de Netflix.
Tiene como eje un virus con graves consecuencias para quienes ataca y como protagonistas a dos familias que escapan del peligro que asola al país.
Una serie cargada de dramatismo, que posee un buen nivel de producción y destacadas actuaciones, y que refleja, con ficción y dramatismo, un tema contingente en cualquier lugar del mundo como lo es una infección, a pesar de que se realizó mucho antes de la pandemia.
Tras el éxito de Dark, Netflix apostó por otra serie de suspenso alemana. Aunque en Biohackers deja de lado los viajes en el tiempo y los complicados vínculos familiares para enfocarse en un misterio relacionado con la investigación genética.
Es el que rodea a Mia Akerlund (Luna Wendler), quien estudia en la facultad de Medicina de Friburgo, donde hace clases la Dra. Tanja Lorenz (Jessica Schwarz), una experta en investigación biotecnológica.
Ahí conoce a Jasper (Adrian Julius Tillmann), un estudiante que gracias a su talento se convirtió en el asistente de la Dra. Lorenz y ahora la ayuda tanto en la facultad como en su centro de investigaciones.
El mismo al que la muchacha se acercará por un supuesto interés romántico, pero que la ayudará a aproximarse al trabajo de Lorenz, quien -como algunos flashbacks ya lo ha revelaron- estuvo relacionada con la muerte de su hermano mellizo hace algunos años.
Tras hacerse de un nombre como director de cintas animadas como La era de hielo y Rio, Carlos Saldanha decidió dar el paso definitivo hacia la acción real. Y lo hace de la mano de Netflix con una serie, que que se desarrolla a lo largo de siete episodios, donde, en una inusual elección, se mezcla el suspenso policial con el folclore brasileño.
En su relato, un policia y su hija, que se recuperan de la pérdida de su esposa y madre, respectivamente, comienzan a presencias extraños hechos, como el descubrimiento de un delfín rosado muerto en la playa, una ubicación algo inusual para un mamífero de río, o encontrarse con un joven que tiene la extraña habilidad de controlar el viento.
Así, Eric comienza a involucrarse aún más en una investigación que lo llevará a seres míticos, los que son originarios del Bosque de los Cedros, pero ahora habitan como seres humanos “normales” en Río de Janeiro.
Aunque a algunos nunca los convenció del todo, otros se volvieron fanáticos de The Rain, la primera serie danesa producida por Netflix, que se estrenó en 2018 y que el año pasado llegó a su fin con la temporada tres.
¿No las visto? Deberías hacerlo si te gustan los relatos apocalípticos y el misterio, porque esta se ambienta en una Escandinavia arrasada por un mortal virus que produjo la lluvia.
Solo algunos sobrevivieron, entre ellos Simone (Alba August) y Rasmus (Lucas Lynggaard Tønnesen), los hijos de un científico que trabajaba para Apollon, la misteriosa empresa que con sus experimentos provocó el desastre.
Tras pasar seis años en un búnker, deciden salir y se encuentran con que la enfermedad mató a casi todos y que el mundo se transformó en un lugar muy peligroso. Al salir se unen a un grupo de jóvenes sobrevivientes, con quienes deambulan buscando un lugar seguro. Y al parecer ese lugar existe, porque se cuenta que al otro lado de un gran muro, fuera de la zona de cuarentena, existe un mundo libre de la enfermadad.
Pero su travesía está lejos de ser fácil, porque en el camino deben enfrentarse a varios peligros, sobre todo a Apollon, que hace todo lo posible por atrapar a Rasmus. Al parecer el adolescente lleva en su cuerpo la cura para la enfermedad.
El catálogo de series de Netflix incluye títulos de varios países de Europa, entre los que los thrillers polacos se destacan gracias a producciones como Despiértate. Un género que se combina con terror y fantasía en Monstruos de Cracovia, espacio que muestra una historia inspirada en la mitología eslava.
El cual se inicia con su protagonista, Alex (Barbara Liberek), disfrutando de una noche en un club nocturno para después despertar en su cama con una pesadilla. Un mal sueño que se suma a los que tiene constantemente, como se lo hace ver su compañera de residencia, quien trata de aconsejarla sin buenos resultados.
Esto porque la actitud de Alex, siempre parece fría e indiferente. Pero algo le interesa: el área forense, lo que la llevó a integrarse a la Escuela de Medicina. Donde como paso inicial da el acostumbrado examen de ingreso, que llama la atención del docente y tanatólogo Jan Zawadzki (Andrzej Chyra).
Esto por unos dibujos que ella hizo en una de las orillas de la hoja de papel que el profesor y su asistente vinculan con El Señor del Inframundo, un dato no menor teniendo en cuenta lo que descubren sobre la chica en internet: cuando era niña sobrevivió a dos accidentes, uno en una piscina y otro en auto.
Pero algo más extraño viene después, cuando Alex recibe la noticia que ahora es parte del grupo de estudiantes que trabaja con Zawadzki, quienes poseen diferentes dones que usan para monitorear a las extrañas criaturas que cohabitan con los humanos. En el inicio de un relato interesante y a la vez muy inquietante.
Ambientada en la localidad del mismo nombre, la primera serie de terror hecha en Italia para Netflix relata una historia que mezcla la fantasía y lo sobrenatural con el suspenso.
A ese misterioso lugar llegan a vivir los mellizos Mauro y Daria, quienes se embrcan en la búsqueda de la repentina desaparición de su madre.
Investigación que los hará adentrarse en los secretos en torno a su propia familia y su actuar en el pasado del pueblo; o en el de otros grupos familiares que también sufren la presencia de extrañas entidades o “sombras”, con el bosque como un testigo silente.
Así, con su historia de suspenso sobrenatural Curon se emparenta con series como la alemana Dark o la serie fílmica española con la Detective Salazar, que inició El guardián invisible.
Los mismos creadores de The Rain, la primera serie danesa de Netflix, Jannik Tai Mosholt y Christian Potalivo, vuelven a apostar por el suspenso mezclado con la juventud, pero ya no con una amenaza surgida en la Tierra, sino que con un peligro que se liga con el espacio.
En una narración dividida en seis episodios que se ambienta en Middelbo, un pueblo ubicado en las afueras de Copenhague cuya historia cambió hace 17 años, cuando cayó en medio de una tienda local un meteorito.
Esto hizo que el poblado llamara la atención mundial, saliendo de la depresión que había provocado el cierre de su astillero, como explica a un grupo de niños Emma (Malaika Mosendane), una joven que da charlas en el museo que alberga el objeto espacial.
Sin embargo, la chica deja que uno de los pequeños visitantes toque la roca extraterrestre y hace que esta caiga y se rompa en varios pedazos. Esto provoca su despido y el darse cuenta de que no es de roca sino de vidrio.
Al mismo tiempo, un grupo de científicos descubre una señal que proviene del espacio y que responde a otra que nace de la superficie terrestre, específicamente de Middelbo. En el inicio de una sucesión de inesperados hechos que alterarán la vida de Emma.
Al igual que Queen Sono y ¿Cuánto pesa la sangre?, otra serie sudafricana apuesta en Netflix por el suspenso, aunque esta vez suma un ingrediente: lo paranormal.
Lo hace a través de las vivencias de Will Stone (Anthony Oseyemi), un investigador de lo sobrenatural que se ha hecho famoso con Dead places, su saga de libros sobre este tipo de casos, que visita su país natal para recopilar nuevos y extraños sucesos, al mismo tiempo que se reencuentra con un trauma de su pasado.
Ese trauma se relaciona con la desaparición de su hermana a fines de los 80, cerca de donde vivían con sus padres en las afueras de Johannesburgo.
Una mezcla de suspenso, terror y drama que poco a poco se va revelando a lo largo de sus ocho capítulos, haciendo de esta nueva serie una interesante muestra del buen nivel de producción que han ido adquiriendo las realizaciones sudafricanas.
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