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El calor hace que a muchas mujeres se les hinchen las piernas. / D.R.
Si hay un problema común a la mayoría de las mujeres en cuanto llega el calor es el de las piernas hinchadas. Sobre todo, para las que pasan muchas horas trabajando sentadas o de pie. Con las temperaturas en auge, aumentan también los problemas de circulación. Y no se trata de una cuestión de edad o de peso (también influyen, pero no son determinantes): es un problema hormonal y hereditario que, si bien tiene poca solución a largo plazo, sí se puede aliviar y mejorar con remedios al alcance de cualquiera.
«Hay algunos factores sobre los que nada o poco podemos hacer, como la herencia genética, las hormonas y la edad. Y otros sobre los que sí podemos intervenir, como el sobrepeso, una mala alimentación, la falta de ejercicio y los malos hábitos posturales», explica Antonio Arjona, responsable de formación de LPG.
La clave está en el buen funcionamiento del sistema linfático. Mar Sieira, farmacéutica y fundadora de la firma Sarah Becquer, explica cómo funciona. «Además de ser conocido por su función inmunológica, el linfático es un sistema de vasos paralelos a la circulación de la sangre que trabaja de forma adicional para absorber los líquidos que ingerimos, manteniendo sus niveles constantes en el organismo. Los vasos linfáticos drenan el líquido, llamado linfa, de los tejidos de todo el cuerpo y lo devuelven al sistema venoso a través de los conductos colectores».
Esto quiere decir que trabaja como una depuradora del organismo y evita, por tanto, la hinchazón, la retención y el aumento de volumen. «Pero si se colapsa «advierte Antonio Arjona», se produce una acumulación de sangre, linfa, grasa y celulitis». Para que esto no ocurra, hay que empezar por una buena alimentación. «Evitar el consumo de sal, hidratos de carbono simples y alcohol, y apostar por una dieta rica en frutas y verduras, sobre todo aquellas que contienen potasio.
También beber dos litros de agua diarios. Aunque parezca contradictorio, cuanta más agua recibe el organismo, más rápido elimina las toxinas e impurezas acumuladas. Pero si el cuerpo se siente deshidratado, cree que tiene que retenerla por si escasea», explica el experto.
Aceite Reset Oil de Sarah Becquer (90€). Huile Affinante Au Gingembre Blanc Pour Les Jambes de Sisley (147€). Huile «Anti-Eau» de Clarins (56,75€). Tisanas Bio Drenantes de Caudalie (10,10€). Cepillo para masaje en seco de Mio Skincare (18€). Espray Piernas Ligeras de LPG (34€). / D.R.
También recomienda caminar a paso ligero un mínimo de 30 minutos diarios para favorecer el retorno venoso, no pasar mucho tiempo de pie o sentados y dormir, siempre que se pueda, con las piernas elevadas tres o cuatro centímetros. Llevar medias de compresión y terminar la ducha con un buen chorro de agua fría de tobillos a muslos, también ayuda. Aunque, según Arjona, «el truco más efectivo, rápido y sencillo es colocar las piernas en alto, por encima del nivel del corazón».
Un buen masaje con el producto adecuado servirá para recuperar la sensación de ligereza en las piernas. «El objetivo es estimular el sistema linfático. Hay que hacerlo una vez al día y puedes realizar un cepillado en seco previo que ayude a una mejor penetración de los activos que utilices», aconseja Mar Sieiro.
«Las cadenas ganglionares principales se encuentran en el cuello y en la cara. Empieza por ahí, con ritmo lento, dibujando pequeños círculos en el sentido de las agujas del reloj alrededor de las orejas. Continúa desde los huecos de las clavículas hacia fuera; después, con ligeras presiones en las axilas y las ingles. Termina el masaje de la misma forma, detrás de las rodillas, donde están los nódulos linfáticos poplíteos». Un último consejo: las infusiones drenantes funcionan.
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