48 millones de parejas son infértiles en el mundo, según la OMS
Entre 48 millones de parejas y 186 millones de personas tienen infertilidad en todo el mundo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), que la describe como una enfermedad del sistema reproductivo masculino o femenino consistente en la imposibilidad de conseguir un embarazo después de 12 o más meses de relaciones sexuales habituales sin protección. Además distingue la infertilidad primaria -la incapacidad de lograr un embarazo- de la infertilidad secundaria, que se refiere a no poder conseguir un embarazo después de una concepción previa.
La OMS indica que, en el aparato reproductor femenino, esta condición puede deberse a diversas anomalías en los ovarios, el útero, las trompas uterinas y el sistema endocrino, entre otras. Mientras que, en el aparato reproductor masculino, las causas más frecuentes son los problemas para eyacular semen, la ausencia o las bajas concentraciones de espermatozoides y anomalías en la morfología (la forma) o la movilidad de los espermatozoides.
Existen factores externos que inciden en la fertilidad, como señalan los ginecólogos Iblin Moscoso y José Antonio Aguilar y los urólogos Luis Fernando Zenteno y Nataniel Sequeiros; entre ellos el estrés, el estilo de vida, el consumo de tabaco y alcohol y la calidad de la alimentación.
Los especialistas coinciden en que, a partir de los 35 años, la fertilidad de las mujeres va bajando y que también, es cada vez más frecuente que las féminas pospongan la maternidad hasta que han alcanzado sus metas profesionales.
“Si una pareja ha decidido buscar un bebé a los 39 años, a veces la reserva ovárica, en el caso de las mujeres; o de la calidad del espermatozoide, en el caso de los varones, disminuye por la edad. Es otro factor que ha hecho que la infertilidad vaya aumentando a escala mundial”, explica Moscoso.
Aguilar, que preside la Sociedad Boliviana de Ginecología, hace énfasis en dos aspectos que pueden afectar la fertilidad de las mujeres: el uso sin la debida orientación médica de hormonas, como la pastilla del día después, cuya consecuencia a largo plazo es la infertilidad. Y los abortos clandestinos, que pueden dañar la cavidad endometrial, y afectar la fertilidad.
En el caso de los hombres también las hormonas que se usan indiscriminadamente tienen su efecto negativo, señala Sequeiros en referencia a los anabólicos, tan comunes en los gimnasios y en quienes acuden a ellos en búsqueda de desarrollar masa muscular en poco tiempo. Las enfermedades de transmisión sexual también tienen su impacto en la fertilidad del hombre, en una época en la que existe mayor acceso a la actividad sexual, no siempre con protección, manifiesta el especialista.
Los ovarios poliquísticos son una de las causas más frecuentes de la infertilidad, señala Moscoso, que explica que esta condición causa alteraciones hormonales que impiden la ovulación mensual. Luego se refiere a los problemas en las trompas de Falopio, que a veces resultan dañadas debido a infecciones recurrentes, las que provocan obstrucciones.
Moscoso detalla que las trompas de Falopio son muy importantes para la concepción porque son las que transportan los espermatozoides y también al óvulo para que se encuentren y ocurra la fertilización, que también se da en las trompas. Una vez que el óvulo está fertilizado este va migrando hasta el útero, por lo que si existen obstrucciones en las trompas, la concepción se vería afectada.
En cuanto a los problemas en el útero, indica que pueden aparecer pólipos, formaciones en la capa interna de la matriz que impiden la llegada del espermatozoide hacia el óvulo para lograr el embarazo. También están las miomatosis -tumoraciones benignas- que pueden aparecer en el útero, y que, si son de gran tamaño, pueden impedir la implantación del cigoto.
En el caso de los varones, Zenteno y Sequeiros coinciden en que la causa más frecuente de infertilidad está relacionada con el varicocele, que es una dilatación de las células papiliformes de los testículos, que afecta a la función de producir buenos espermatozoides. Ello debido a que estas venas aumentan la temperatura de los testículos, los que deben estar a una temperatura de entre uno y tres grados menos que el cuerpo. Con ese aumento de temperatura se afecta la producción de espermatozoides, su forma y su velocidad. Como explica Sequeiros, los espermatozoides maduran, envejecen y se hacen más lentos en estas condiciones.
Además, puede haber problemas hormonales.
Obstrucciones en la vía seminal, exposición a químicos, como insecticidas, o a altas temperaturas, también son factores que pueden interferir con la fertilidad masculina, de acuerdo con Sequeiros.
Los médicos recomiendan exámenes básicos para encontrar la causa de la infertilidad en la pareja. Una vez descubiertas, se procede a tratarlas.
“Entre el 85 y el 90% de los casos de infertilidad se pueden tratar con terapias médicas convencionales, como medicamentos o cirugías”, afirma Aguilar.
Moscoso señala que, en el caso de ovarios poliquísticos, al curarlos la mujer puede quedar embarazada, habiendo concluido el tratamiento.
El coito dirigido es un tratamiento en el que se estimula la ovulación a través de hormonas y se dirige el día de la ovulación y el médico orienta a la pareja sobre qué días deben mantener relaciones sexuales para lograr un embarazo.
En la inseminación artificial también se estimula la ovulación con hormonas, de manera externa a la paciente, y el día que habrá ovulación se recolecta la muestra de semen de la pareja y se prepara el semen en una cantidad en la que se encuentren los espermatozoides con mejor movimiento y de mejor calidad para facilitar que haya una fecundación, explica la ginecóloga, que remarca que los óvulos deben estar funcionando adecuadamente y tanto las trompas como el útero no deben tener obstrucciones.
Existen tratamientos de alta complejidad, como la fertilización in vitro. En ella se sobreestimula la ovulación de la paciente, se aspiran los folículos para obtener los óvulos; se toma una muestra de semen de la pareja y se fertiliza en laboratorio. Se escogen los mejores embriones para que a las 48 a 72 horas siguientes se implanten en el útero de la paciente. Antes se realizan tratamientos hormonales y se asegura que las trompas y el útero funcionen correctamente, describe Moscoso. Por supuesto, es importante que exista una buena calidad de espermatozoides, indica Zenteno.
Aguilar hace referencia al vientre de alquiler, en el que se usan óvulos o espermatozoides donados por un tercero y la gestación es realizada por otra mujer, que no es la pareja. Esta opción no está permitida por la legislación boliviana.
Zenteno señala que para tratar el varicocele es necesaria una cirugía. Sequeiros señala que se trata de una cirugía sencilla, que requiere un día de internación y tres de reposo para que el paciente continúe con su vida diaria.
Por su parte, Zenteno manifiesta que tres meses después de la intervención quirúrgica se hacen controles y luego a los seis, en los que se realizan espermogramas para valorar la calidad de los espermatozoides, así como una ecografía testicular. Estos estudios deben compararse con los obtenidos antes de la operación y con esos resultados, el médico podrá orientar sobre el tiempo en el que el hombre podrá concebir.
En los casos en los que el paciente no tenga esperma en el líquido seminal, si el testículo no lo produce, Sequeiros señala que el tratamiento consiste en estimular su producción; mientras que, en situaciones en las que el conducto seminal está obstruido, es necesaria una microcirugía. Del 3% al 5% de los varones con problemas de infertilidad, padecen alguna obstrucción en sus vías seminales, las que generalmente están relacionadas con enfermedades de transmisión sexual, señala.
En Bolivia, ni el sistema de salud pública ni la seguridad social a corto plazo contemplan tratamientos para la infertilidad, y la única opción para las parejas que atraviesan esta situación es acudir a la consulta privada, según manifestaron Aguilar y Moscoso.
Estos centros de fertilidad solo están presentes en las ciudades del eje troncal.
Según los galenos, un tratamiento de fertilidad puede costar entre $us 4 mil y $us 5 mil, y los estudios de diagnóstico pueden hacerse desde Bs 2.000 hasta $us 500.
Los médicos coinciden en que mantener un estilo de vida saludable es fundamental para la fertilidad. Suponen un riesgo: el estrés, la obesidad, el consumo de alcohol y tabaco.
Una dieta que incluya verduras y frutas es primordial para la mujer, señala Aguilar, que recomienda ejercicio físico de al menos 30 a 40 minutos diarios para reducir el estrés.
Zenteno destaca la necesidad de una buena hidratación para que los varones puedan producir buena calidad de semen y de espermatozoides. Ojo con las comidas muy condimentadas o picantes, porque también afectan la calidad de los espermatozoides.
El ejercicio físico es recomendado por Sequeiros, que recuerda que este produce una buena circulación, la que es muy importante para conseguir una buena erección y tener una vida sexual satisfactoria.