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Planchar será, probablemente, una de las tareas domésticas más odiadas de entre todas las que hay que hacer en casa. No apetece en absoluto, y menos con las altas temperaturas típicas del verano. ¿Cómo afrontar la plancha para que sea más llevadera y rápida?La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) comparte con sus seguidores una serie de recomendaciones para que la ropa quede bien planchada, sin una arruga a la vista, y sin dedicarle demasiado tiempo ni esfuerzo. Según la organización, las claves del planchado fácil se encuentran en cómo lavamos, tendemos y en las (buenas) prácticas que tengamos con nuestra plancha. Te contamos cómo lograr una ropa aspecto impecable.
El primer paso para que la ropa salga de la lavadora menos arrugada es saber cómo usarla. Desde la OCU recomiendan ponerla a baja temperatura (esto también te ayuda a ahorrar energía) y no abusar de los centrifugados fuertes. Otros consejos:
-Cierra las cremalleras de las prendas y abrocha los botones antes de lavar.
-Procura tender la ropa en cuanto acabe el lavado. Si dejas la colada mucho tiempo sin tender, la ropa sale más arrugada y puede coger mal olor.
-Utiliza lavados cortos a menos de 40ºC y con poco centrifugado (menos de 1.000 r.p.m.), siempre según la etiqueta de las prendas.
-Algunas lavadoras tienen programas de «planchado fácil», que centrifugan a 800 revoluciones o menos.
-Evita en lo posible los aditivos industriales. Puedes usar como suavizante ácido cítrico: no daña los tejidos y facilita el alisado de arrugas.
Una vez lavada la ropa, en el proceso de tender también podemos hacer mucho para que quede sin arugas. Siempre que sea posible se debe tender en el exterior porque la ropa se seca antes, pero evita el sol directo cuando se trate de ropa de colores oscuros. Cuando extiendas tus prendas en la cuerda, hazlo de esta manera:
-Da la vuelta a las prendas antes de colgarlas: se ayuda así a estirar la tela.
-Estira y sacude fuerte las prendas cuando las vayas a colgar para eliminar las arrugas, sobre todo, las mangas.
-Coloca las pinzas en las costuras o en zonas poco visibles para que no se noten las marcas. Las pinzas de plástico dejan menos señal que las de madera.
-No apretujes las prendas al tenderlas ni al guardarlas en el armario.
- Camisas: cuélgalas en perchas con los botones abrochados y trata de alisar los pliegues y estirarlas todo lo que puedas. Quedarán menos arrugadas y ocupan mucho menos espacio en la cuerda.
- Pantalones: se tienden sujetándolos por el dobladillo inferior. Coloca la pinza en la costura para que no deje señal.
- Jersey y prendas de lana y punto: para que no se deformen, extiende la prenda sobre una superficie lisa y coloca encima una toalla húmeda. Cuando se seque, las arrugas irán desapareciendo.
- Sábanas: si las tiendes bien estiradas y las doblas con cuidado al recogerlas, seguramente no tendrás ni que plancharlas. Al estirarlas en la cama, ya se eliminarán las arrugas que queden.
-Una vez secas, las prendas se deben alisar o «planchar» siempre con las manos, apoyadas sobre una mesa.
-Antes de guardar la ropa doblada en el armario y los cajones, coloca sobre ellos una tabla o un libro pesado, una enciclopedia o un diccionario.
¿No hay más remedio que planchar? Llegados a este punto, para lograr un buen resultado y que no cueste tanto hacerlo, la OCU apunta una serie de buenas prácticas:
- Pon la plancha a punto antes: Plancha sobre una superficie adecuada: lo ideal es una tabla de planchar o una mesa resistente al calor cubierta con una manta de algodón. Llena la plancha con agua del grifo, a no ser que el fabricante recomiende agua desmineralizada. Separa las prendas según el tipo de tejido para comenzar por las que requieren una temperatura más baja, como los tejidos sintéticos. Comprueba que la suela de la plancha no tenga manchas y que esté perfectamente limpia para que no deje restos en la ropa.
- Tejidos y prendas. Plancha cuando la ropa todavía esté un poco húmeda: la humedad protege los tejidos de quemaduras, evita que se derritan fibras sintéticas y que se formen brillos en las prendas, sobre todo en las oscuras. Las fibras se ensanchan con la humedad y los pliegues están más blandos. Si ya está seca del todo, rocíala con un poco de agua y usa abundante vapor.
-Nunca planches ropa con manchas, el calor las fija al tejido y pueden hacerse permanentes. No planches con movimientos circulares, la tela podría estirarse y dar de sí.
-Para planchar los tejidos delicados, las fibras sintéticas y la lana, coloca un paño húmedo entre la plancha y prenda, haciéndolo del revés.
-Para la seda sería mejor utilizar una hoja de papel de seda
-Deja que la ropa se enfríe bien antes de guardarla para que se evapore toda la humedad residual.
-Planchar camisas, blusas o vestidos: Empieza a planchar por cuellos, puños y mangas. Si la camisa o blusa se va a ver entera y quieres un acabado impecable, utiliza un manguero para no marcar antiestéticas rayas en el lateral de las mangas. Termina planchando el cuerpo de la prenda, siempre siguiendo la orientación de las fibras de la ropa.
No pases la plancha directamente por encima de botones, hebillas o cuentas de adorno, pues el calor podría deformarlos.
-Planchar pantalones.Puedes sacar los bolsillos de los pantalones para que no se formen arrugas en la pernera al pasar la plancha sobre ellos. ¿Tienen raya? Ese es un reto en los pantalones de vestir: hazlo con cuidado, sin apretar y en cada una de las perneras por separado.
-No te olvides de limpiar tu plancha para prevenir problemas y que te dure mucho tiempo: deja que la plancha se enfríe del todo antes de guardarla y vacía el depósito para evitar la formación de cal.
-«Si la suela de tu plancha se ha manchado o quemado, debes limpiarla o se pegará a las prendas. Para limpiar una plancha con la suela quemada, mezcla bicarbonato con un poco de agua y frota suavemente la suela con esa mezcla. Después, retira los restos con un paño limpio y déjala secar», recuerda la OCU.