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¿A quién miras cuando haces una videollamada? Esto es lo que pasa si te observas a ti mismo
Cuanto más nos miramos a nosotros mismos durante una videollamada, más se desgrada nuestro estado de ánimo, o al menos estos son los datos que ha encontrado una investigación reciente que se ha publicado en la revista Clinical Psychological Science.
Tal y como indican los investigadores, las plataformas de reuniones en línea tienen “un papel potencialmente problemático en la exacerbación de problemas psicológicos como la ansiedad y la depresión”.
Asimismo, el presente estudio ha señalado que el consumo de alcohol puede empeorar todavía más este problema.
Concretamente el estudio ha concluido que “cuanto más se mira una persona mientras habla con un compañero en un chat en línea, más se degrada su estado de ánimo en el transcurso de la conversación”.
Estos hallazgos se suman a algunos estudios anteriores que sugieren que las personas que se enfocan más en sí mismas que en las realidades externas, especialmente durante las interacciones sociales, pueden ser susceptibles a los trastornos del estado de ánimo.
Según explica Talia Ariss, candidata a doctorado de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign y directora de la presente investigación, “los participantes que pasaron más tiempo mirándose a sí mismos durante la conversación se sintieron peor después de la llamada, incluso después de controlar el estado de ánimo negativo previo a la interacción”.
Para obtener estas conclusiones, el equipo de expertos utilizó “tecnología de seguimiento ocular para examinar la relación entre el estado de ánimo, el alcohol y el enfoque atencional durante la interacción social virtual”.
Asimismo, los participantes respondieron preguntas sobre su estado emocional antes y después de las conversaciones en línea. Además, se les pidió que hablaran sobre lo que les gustaba y lo que no les gustaba de vivir en la comunidad local durante las charlas y que discutieran sus preferencias musicales.
Durante la conversación, los participantes podían verse a sí mismos y a sus compañeros de conversación en un monitor de pantalla dividida.
"Cuanto más centrada en sí misma es una persona, más probable es que informe que siente emociones que son consistentes con cosas como la ansiedad e incluso la depresión", señala Ariss, quien recalca que la pandemia ha puesto en auge una nueva manera de comunicarse.
Asimismo, durante la Covid-19 también han aumentado los niveles de depresión y ansiedad entre la población.
Con tal de probar como influía el alcohol, algunos de ellos consumieron una bebida alcohólica antes de hablar y otros una bebida no alcohólica.
Según explica la experta, “aquellos que estaban bajo la influencia del alcohol pasaron más tiempo mirándose a sí mismos”.
De este modo, agregar alcohol al experimento y usar la tecnología de seguimiento ocular permitió a los científicos explorar cómo la embriaguez leve afectaba el lugar en el que una persona enfocaba su atención.
“Hay pruebas sólidas de que el alcohol actúa como un lubricante social entre los bebedores y tiene estas propiedades para mejorar el estado de ánimo", explica Ariss, quien recalca que “esto no se cumplió en las conversaciones en línea, donde el consumo de alcohol correspondía a una mayor concentración en uno mismo y no tenía ninguno de sus efectos típicos para mejorar el estado de ánimo".
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